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RAS es un sistema cerrado donde el agua se filtra y recicla continuamente, creando un entorno cerrado para la piscicultura. Este método elimina la necesidad de grandes masas de agua y permite la ubicación de las granjas en tierra, reduciendo así el impacto en los entornos costeros. Los sistemas RAS se caracterizan por su capacidad para gestionar la calidad del agua, mejorar la salud de los peces y minimizar el impacto ambiental y operativo.

Beneficios:
- Flexibilidad: Los RAS pueden ubicarse más cerca de los mercados de consumo, lo que reduce los costos de transporte y la huella de carbono.
- Sostenibilidad: Los sistemas cerrados reducen significativamente el uso de agua, la generación de desechos y el riesgo de transmisión de enfermedades a las poblaciones de peces silvestres.
- Resiliencia climática: Los RAS pueden operar durante todo el año con condiciones ambientales controladas, lo que los hace menos susceptibles a las variaciones climáticas.
Desafíos:
- Altos costos de capital: la configuración inicial y el mantenimiento pueden ser costosos.
- Consumo intensivo de energía: la filtración y recirculación continua de agua requieren un consumo significativo de energía.
- Experiencia técnica: Requiere conocimientos y gestión especializada para garantizar el rendimiento óptimo del sistema.
El marco regulatorio de la acuicultura está diseñado para garantizar prácticas sostenibles, prevenir daños ambientales y proteger la salud pública. Tanto los organismos internacionales como los nacionales desempeñan un papel crucial en el establecimiento y la aplicación de estas regulaciones.
Los sistemas RAS generan un mínimo de residuos gracias a su diseño de circuito cerrado. La gestión adecuada de los nutrientes es crucial. Los operadores deben garantizar que los residuos se traten y eliminen adecuadamente para evitar la contaminación ambiental. Esto incluye la implementación de un sistema de flujo de agua controlado, el uso de procesos de filtración eficientes y el monitoreo regular de los niveles de nutrientes.
La calidad del agua en los sistemas RAS se monitorea continuamente para mantener condiciones óptimas para la salud de los peces. Parámetros como el oxígeno disuelto, el pH, la temperatura y los niveles de amoníaco se revisan periódicamente. Las autoridades pueden exigir a los operadores que presenten informes detallados sobre la calidad del agua y realicen inspecciones in situ para garantizar el cumplimiento.
La protección de la biodiversidad local es una preocupación fundamental. Las operaciones de RAS deben evitar la introducción de especies invasoras y minimizar el impacto en los ecosistemas nativos. Con frecuencia, se exige a los operadores que realicen evaluaciones de impacto ambiental e implementen medidas de mitigación para preservar los hábitats locales.
El control de enfermedades en los sistemas RAS es crucial debido al entorno cerrado y la alta densidad de peces. Los operadores deben adherirse a estrictos protocolos de bioseguridad, que incluyen monitoreo sanitario regular y prácticas de aislamiento. El uso de patógenos y antibióticos debe estar estrictamente regulado para prevenir la resistencia y la contaminación ambiental.
El uso de antibióticos y otros productos químicos en los sistemas RAS está estrictamente controlado. Los operadores deben mantener registros detallados de todos los medicamentos utilizados y garantizar su aplicación responsable para proteger la salud de los peces y de las personas.
Garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores es fundamental. Los operadores de RAS deben cumplir con la legislación laboral y proporcionar un entorno de trabajo seguro, incluyendo capacitación adecuada, equipo de protección personal y protocolos de respuesta ante emergencias.
Las inspecciones periódicas realizadas por los organismos reguladores son esenciales para garantizar el cumplimiento de todas las normativas aplicables. Estas inspecciones abarcan diversos aspectos de las operaciones, desde la calidad del agua y la gestión de residuos hasta la bioseguridad y el bienestar de los trabajadores.
Obtener y mantener la certificación a través de organizaciones como el Consejo de Administración de Acuicultura (ASC) puede brindar una garantía adicional. Estos programas garantizan que las operaciones cumplan con estrictos estándares ambientales y sociales, lo que mejora el acceso al mercado y la confianza del consumidor.
Varias operaciones de RAS han implementado con éxito marcos regulatorios rigurosos. Por ejemplo, una granja terrestre de RAS en Nueva Zelanda demostró su cumplimiento mediante análisis periódicos de la calidad del agua, la implementación de medidas de bioseguridad eficaces y el mantenimiento de registros detallados de todas sus operaciones. Esta granja no solo cumplió con los requisitos regulatorios, sino que también obtuvo la certificación ASC, lo que valida sus prácticas sostenibles.
Las lecciones clave de las operaciones RAS exitosas incluyen:
- Monitoreo Proactivo: Monitoreo regular y minucioso de los parámetros ambientales y operativos.
- Colaboración: trabajar en estrecha colaboración con organismos reguladores y expertos de la industria para mantenerse informado sobre las mejores prácticas.
- Mejora Continua: Revisar y actualizar periódicamente las medidas de cumplimiento normativo para garantizar la sostenibilidad continua.
Acuicultura RAS:
- Gestión de nutrientes: Controles más estrictos sobre residuos y gestión de nutrientes.
- Monitoreo de la calidad del agua: Evaluaciones de la calidad del agua más frecuentes y detalladas.
- Bioseguridad: Estándares más elevados para la prevención de enfermedades y el control de patógenos.
Acuicultura convencional:
- Gestión de nutrientes: Generalmente, prácticas de gestión de residuos menos estrictas.
- Monitoreo de la calidad del agua: Evaluaciones de la calidad del agua menos frecuentes y menos detalladas.
- Bioseguridad: Estándares más bajos para la prevención de enfermedades.
Ventajas:
- Protección del medio ambiente: Las operaciones de RAS que cumplen con las regulaciones minimizan los impactos ambientales.
- Acceso al mercado: El cumplimiento mejora el acceso al mercado y la confianza del consumidor.
- Viabilidad a largo plazo: Cumplir con los requisitos reglamentarios garantiza la sostenibilidad y el éxito a largo plazo.
Contras:
- Costo: Los costos iniciales de instalación y mantenimiento pueden ser altos.
- Complejidad: Las regulaciones estrictas pueden requerir recursos y experiencia adicionales.
- Dependencia Tecnológica: Dependencia de tecnología avanzada y gestión especializada.
Se espera que los avances tecnológicos en RAS impulsen mejoras adicionales en eficiencia y sostenibilidad. Es probable que innovaciones como sistemas de filtración avanzados, control ambiental preciso y monitoreo de datos en tiempo real se generalicen.
A medida que el RAS cobra mayor importancia, los marcos regulatorios seguirán evolucionando. Los desafíos futuros podrían incluir:
- Adaptación tecnológica: mantenerse al día con el rápido ritmo de los avances tecnológicos.
- Coherencia regulatoria: garantizar estándares consistentes y armonizados en diferentes regiones.
- Concientización pública: generar confianza pública y comprensión de los beneficios y desafíos del RAS.